En pleno 2024, considerando la época digital en la que vivimos, nuestro recorrido por internet ha dejado más de una huella, abarcando nuestra información, búsquedas, perfiles y más. Aunque estos datos puedan parecer inofensivos, la verdad es que pueden generar repercusiones a corto y largo plazo, lo que nos lleva a cuestionarnos: ¿Deberíamos gestionarla adecuadamente?
No se trata de «no volver a ingresar a internet», sino de regular nuestros datos e información privada, con el fin de evitar consecuencias para nosotros y nuestros familiares en el futuro, incluso después de nuestra partida.
¿Cómo se almacenan nuestros datos?
Algunas de las formas más comunes en las que nuestros datos son almacenados incluyen:
- Historiales de búsqueda (Google, Bing, otros)
- Perfiles en redes sociales (Facebook, Instagram, X, LinkedIn, etc.)
- Registro de compras online (plataformas de retail, e-commerce, etc.)
- Comentarios en blogs o foros
- Fotos y videos compartidos en plataformas virtuales
- Correos electrónicos
- Registro en aplicaciones o plataformas de servicio (streaming u otros)
¿Qué protegemos al administrar nuestra huella digital?
- Privacidad: Eliminar nuestra información reduce la vulnerabilidad al mal uso de ella.
- Reputación: Más allá de haber dicho o hecho algo ‘malo’, nos referimos al mal uso de nuestra imagen, ya sea a través de mensajes falsos o manipulación de nuestra información.
- Seguridad: Al eliminar nuestro rastro digital, reducimos la posibilidad de robos de identidad, fraudes u otros delitos relacionados con nuestra identidad.
Cómo podemos ayudarte
En Wilsend nos encargamos de esta tarea por ti. A través de nuestro plan Eliminación Huella Digital, nuestro objetivo es eliminar tu información del espacio web, con el fin de evitar el uso incorrecto de tus datos tras tu partida.
Realizar esto no solo es una acción para ti, sino que es un acto de cariño hacia tus seres queridos. Ellos no tendrán que lidiar con cierres de cuentas, falsa información en cuanto a «tu nombre», fraudes de identidad, entre otros. Somos nosotros mismos los responsables de nuestra huella digital y de la gestión de ella, y es hoy en día tan importante como cualquier otro aspecto de nuestras vidas.