Las festividades y celebraciones familiares suelen ser momentos para compartir en un espacio especial y apto para la expresión de amor y alegría, sin embargo, cuando hemos perdido a un ser querido recientemente, estas instancias pueden convertirse en una mezcla de emociones tanto positivas como negativas.
Bonitos recuerdos, la creación de un homenaje para esta persona o hasta un brindis por quiénes ya partieron, son expresiones positivas para honrar a quienes estuvieron con nosotros durante una parte importante de nuestras vidas. Por otra parte, este contexto también puede provocar emociones relacionadas con el dolor y la tristeza. Es normal experimentar esta fluctuación de emociones, lo importante es canalizarlas, darnos el tiempo de expresarlas y por sobre todo, entender que ‘está bien’ sentirse así.
El reprimir nuestros sentimientos no solo se relaciona con lo negativo, pues muchas veces por temor a ser juzgado o por parecer ‘sobre exaltado’, nos negamos a expresar lo que pensamos o sentimos, pero ¿si no es en una festividad familiar, entonces cuándo?
Este es un espacio perfecto para:
- Honrar la memoria de un ser amado: como mencionamos anteriormente, puede ser un recuerdo durante un brindis, reproducir algunas de sus canciones favoritas o preparar una de sus especialidades en la cocina.
- Tradiciones familiares: ya sea honrando a través de una tradición de la cual esta persona formaba parte, también se da un espacio en el cual podemos dar inicio a una nueva tradición familiar que cargue con nuestros valores más relevantes.
- Buscar apoyo y contención: cada familia y cada hogar tiene su forma de vivir estas celebraciones, sin embargo, la mayoría se desarrollan en un espacio para compartir con otros. Un contexto ideal para buscar apoyo emocional en quienes te rodean, incluso descubriendo que otros de tus seres queridos buscan lo mismo.
Encuentra un balance entre la celebración y el recuerdo
Lo más desafiante es encontrar este equilibrio entre honrar la memoria de quién o quiénes ya no están entre nosotros, y a la vez disfrutar del presente junto a quienes todavía nos acompañan en vida. Con el pasar del tiempo, veremos que estas emociones evolucionan, transformándose de a poco en gratos y bellos recuerdos junto a quienes más amas.
Consideraciones finales
Esa ‘primera celebración’ tras la pérdida de un ser querido suele ser la más difícil y conlleva varios desafíos para los cuales puede ser complejo prepararse, sin embargo la búsqueda de recuerdos y expresiones positivas durante este encuentro, además de apoyarnos en quienes nos rodean, son una ventaja positiva para enfrentarnos a esta situación de la mejor forma posible.
