El Papa Juan Pablo ll, uno de los líderes de la Iglesia Católica más influyentes de la historia, falleció el 2 de abril de 2005, a sus 84 años, dejando un último mensaje, reflejando su deseo de reunirse con Dios.
Complicaciones de salud
La salud del Papa se deterioró de forma significativa durante sus últimos meses de vida tras una serie de complicaciones médicas. Su estado se agravó desde el 31 de enero del 2005 por una infección urinaria, que derivó en un choque séptico y un colapso cardiocirculatorio. A pesar de los exhaustivos cuidados en el Vaticano, habría sido el mismo Papa quien tomó la decisión de no ser trasladado nuevamente a un hospital, prefiriendo permanecer en sus aposentos -probablemente al ver que su situación médica era irreversible-.
Es durante este periodo, que se documentaron sus últimos meses de vida en un dossier con más de 200 páginas, el cual sería publicado meses después por la Livraria Editora Vaticana (Casa Editora Vaticana). Es en este dossier, donde estarían documentadas las últimas palabras del Santo Padre, pronunciadas durante la mañana del 2 de abril, el mismo día de su partida.
Sus últimas palabras
El 2 abril, a las 3:30 p.m., el Papa pronunció sus últimas palabras con las pocas fuerzas que le quedaban. Con un débil tono de voz y en su lengua materna (el polaco), el Papa Juan Pablo ll dijo: «Dejadme ir a la Casa del Padre«, expresando su deseo de encontrar el descanso eterno junto a Dios.
La despedida de Juan Pablo ll
El funeral se llevó a cabo el 8 de abril, y en él participaron grandes figuras mundiales como asistentes. Monarcas, jefes de estado e incluso líderes de otras religiones estuvieron presentes en la despedida del Papa, convirtiendo este evento en una de las “reuniones individuales” más grandes del cristianismo, con más de 4 millones de dolientes.
La importancia de compartir nuestros mensajes.
Todo mensaje es relevante, sea recibido por cientos de personas o por solo unos pocos. Los mensajes son una oportunidad de expresarnos y revelar aquello que en vida, a menudo resulta tan difícil de compartir. Las palabras nos permiten transmitir nuestros sentimientos, pensamientos y experiencias de vida, creando conexiones significativas con los demás.
No permitas que tu legado se pierda. Comparte tus historias, tus lecciones y tu amor con aquellos que te rodean.
